El maestro me jalaría las patas si supiera esto

May 21, 2020 | Arte | 1 Comentario

Cualquier ciudadano del mundo que haya paseado por Colombia en los últimos 70 años, tuvo que encontrarse por ahí con un Cóndor o un Pez de colores fuertes y perfectamente abstractos. Por su especial belleza no pasan desapercibidos, aun para gente que como yo, considera que se puede pasar toda la vida, sin tener el mínimo contacto mundo del arte y vivir muy bien. 

A un señor que llamaban Alejandro Obregón, Dios le puso en la tarea de embellecer nuestro mundo y se encargó de hacerlo durante casi todo el siglo pasado. Aunque su trabajo termino hace 2  décadas y media, hoy basta con hojear una revista nacional, bajarse en un hotel bueno o llegar a Bogotá por el aeropuerto el Dorado, para observar y a la vista de todos pinturas de este magnífico artista.

Si alguien piensa invertir el tiempo viendo algún noticiero colombiano, en la franja de Política, sin falta podrá notar algo que adorna nuestro descolorido congreso de la república: un  bello mural de Cóndores y Barracudas hecho por Obregón en el ano 1986. Para gente común como yo su trabajo consiste en pinturas y esculturas de belleza extraordinaria, pero para conocedores de arte se trata de lo mejor que ha dado el *expresionismo abstracto latinoamericano*, como quien dice, un genial y autentico artista.

Es claro que Alejandro Obregón, nacido en la tierra que hizo famoso a  Gaudí pero costeño de Corazón, seguirá siendo uno de los artistas más cotizados de nuestro país. 

Considero para mis adentros que una de las mejores cosas que me ha ensenado la vida es disfrutar de la pasion del arte y poder hacerlo ya por varias decadas. A pesar de los non-sanos sentimientos que causa mi hobby entre los supuestos amigos y entre los no tan amigos,  hemos podido con dedicacion y aveces dificultad, construir un precioso grupo de obras, que adornan nuestra vida mas que nuestro ego.

Un día cualquiera hace como 8 años, me dio por vender un apartamento que había comprado cerca de la oficina y que usaba ocasionalmente para trabajar y pasar la noche cuando terminaba tarde mis pacientes.   Después de varios intentos y de algunas ofertas poco sensatas, un amigo de negocios, a quien le tenía mucho afecto, me hizo una oferta más insensata que las anteriores, pero pensando con el corazón más que con el bolsillo, acepte ayudarle y le traspase el apartamento, con el compromiso de caballeros que se encargaría de pagar los impuestos, los gastos de notaría y entregar el dinero de la venta a un par de contratistas con quienes había iniciado una construcción. De todas formas cuando hay un negocio, los compromisos de caballeros deben firmar papeles, escrituras, pagares y todo lo que el código de comercio pudiera inventarse; así lo hicimos. Yo cumplí mi parte y mi examigo no mucho. Así las cosas meses después, mi bello apartamento se convirtió en un problema con los contratistas. Yo tuve que seguir sonriendo porque mi amigo era buena persona, pero tenía problemas de liquidez.

En realidad nunca arreglo el problema,  y la oportunidad de recuperar el dinero se hacía cada día más gris.  Pero la pasión por el arte fue la encargada de salvar la patria. Recibí una segunda oferta de mi amigo, esta vez más descabellada que la anterior, supongo que hecha con el ánimo de que yo NO aceptara y así disminuirle el peso a la conciencia.

La oferta era pagarme la deuda con una pintura, ósea cambiar un apartamento por un cuadro.

Menos mal mi mujer ya vivía fuera del país y no le dije nada, para que no me pusiera un taconazo en la cabeza. 

Por unos días pensé que podía solucionar el problema  y me sentí aliviado. Pase a ver el cuadro y como ya conocia algo de eso, me di cuenta que era grande y bueno. Lo malo es que ahí no terminaba el negocio. La propuesta era más loca o descarada que la anterior.  Me podía llevar el cuadro ya mismo, si me cabía entre el carro y le debería pagar una cifra de 8 ceros a un reconocido empresario  de Colombia, a quien mi amigo también le debía plata…!!!.

La decisión no era fácil porque ahora tenía que cambiar un apartamento bueno por un cuadro y una deuda grande. De nuevo pensé, menos mal que mi esposa no estaba en el país, porque hubiera sido hombre muerto, solo con preguntarle.

Me baje al carro con la disculpa de haber olvidado el teléfono Celular, lo cual no era cierto. Me tome 10 minutos para pensar, para googolear el precio de un cuadro similar, para bloquear la llamada de mi esposa, para medir el espacio de atrás de mi camioneta y tomarme una vaso de agua del tubo para des estresarme.

Después de los minutos más largos de mi vida me eche la bendición y subí a recoger el cuadro. Si todo salía bien era la obra más fácil y rápida q había negociado, además estaba salvando la plata embolatada.

Cuando le estaba quitando el marco para poder éntralo a la camioneta, pensé cuál sería su procedencia? , pocos saben que una pintura de este calibre NO se enmarca o por lo menos  no tan feo. Cuando arranque pensé que literalmente estaba cargando un apartamento entre el carro, solo que esta vez era apartamento más deuda. 

Al llegar a la calma de mi casa observe un Obregón de la edad de mi hermana menor, pero con más papeles que ella, de casi metro y medio de lado, ósea igual de alto que mi hermana, “Oleo on Canvas” como dicen en el MOMA, tenía nombre de mujer y apellido, firmado al centro, una dedicatoria por detrás y dizque mencionado en algunos libros. En conclusión, muy  tentador, valioso y disponible de inmediato.  Seguí pensando más con la cabeza que con el bolsillo y midiendo riesgos. 

Mi secretaria me decía a veces: “Dr. de eso tan bueno no dan todos los días”! y haciendo caso a su adagio zipaquireno ,  le tome una foto y se la mande a un amigo Americano que conocí en Sothebys, de New York, cuando hice un intento por aprender Arte Contemporáneo. 

El Gringo tiene una compañía de investigación dedicada a la búsqueda de arte extraviado. Me contesto que estuviera tranquilo porque la obra no era buscada por el FBI y que Yo NO iba a ser motivo de una Investigación Federal!!!. Cuando leí el mail no sabía si reírme o esconderme de la pena en el baño. Esa no era la respuesta que esperaba, talvez por que pregunte en el lugar equivocado.  

De todas formas seguí averiguando, esta vez “Not Overseas”,  llame al dueño de una Galería grande de Bogotá, con quien hice un negocio en un Art Market en Sao Paulo hace años y le mande la misma foto. Al  otro día, como nunca, me llamo, me saludo, después de preguntar pendejadas, me dijo ¿Y usted que hace con eso?!!!. “Ahí sí me preocupe por el tono de voz” y  no entendí la pregunta, pero como mi único deseo era saber el precio, mentí diciendo que el cuadro era de un tío y me lo estaba vendiendo barato, solo eso dije y espere la respuesta.  Me conto sin mucho esfuerzo, que hace 25 años esa obra estuvo en su galería, que fue propiedad del maestro Obregón, dedicada una artista extranjera amiga suya y algo más de la historia de la pieza, no sin antes afirmar como 4 veces que era  de las mejores que habían pasado por sus manos. Palabras que al ser pronunciadas me recordaron que ya le había oído decir lo mismo de otras pinturas y en otras épocas.

Con el tiempo aprendí que el  avaluó de una pieza de arte es un proceso demorado, la obra debe dejarse por varios días en una reconocida galería y para que la devuelvan con todo y concepto,  se debe entregar un cheque de 6 ceros. 

Me sentí afortunado porque mi amigo de la galería me dio gratis una verdadera catedra  sobre el dichoso cuadro, pero fui más feliz cuando me dijo su precio en Dólares. Con la velocidad del Rayo prendí el computador, sin terminar la llamada y tratando que no se me notara la sonrisa, busque la tasa de cambio  y con calculadora en mano, como pude, registre el valor del cuadro en pesos, le reste lo que me debía mi amigo y lo q le debía pagar al empresario. El resultado me daba  una cifra en negro más alta de lo que me había costado el apartamento, pero no era solo más alta, sino muchísimo más de lo que estaba pidiendo para venderlo. Ese fue un buen día y se mejoró cuando mi a migo me dijo que no me iba a cobrar por el avalúo, además que pasara cualquier día por su oficina a recoger un certificado original que tenía guardado en su caja fuerte desde que paso por sus manos.

Como todo lo bueno dura poco, ahí mismo inicio mi calvario para encontrar  la manera de convencer a mi señora de que habíamos hecho una pequeña fortuna, sin esfuerzo. Un cura amigo me dijo una vez que decir mentiras es pecado, pero decir verdades a medias no lo es y si Dios no me juzga, porque lo haría mi esposa?  Así fue, me aferre a la doctrina católica y nunca le conté esa pequeña parte del negocio, se enterara cuando lea esto. 

Me gusta conocer algo de las personas que como Obregón, han  estampado un sello especial a nuestras vidas y este caballero en particular está lleno de detalles que lo hacen diferente del  hombre común.  Empezando por su nombre de pila, es el segundo más largo que conozco: 

* Alberto Alejandro María de la Santísima Trinidad Obregón Roses*,  No se cómo pudieron registrarlo en una notaría, cuando su nombre es casi tan largo como una Escritura pública y menos como hicieron para estamparlo en el plástico de la cédula de ciudadanía. Así que lo mas practico es decirle  *Alejandro Obregón, a secas *.

Por donde uno lea sobre este hombre, encuentra polémica, mucha actividad, irreverencia y rebeldía. Dicen que fue influenciado por Picasso (a quien conoció en 1954) y por Diego Rivera (el marido de Frida Kahlo),  quien compite con Obregón por el nombre más largo (Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez). Bueno pues, eso dicen los que conocen de pintura, pero para alguien profano como yo, la obra madura de Obregón no se parece en nada a la de estos  Astronómicos artistas. 

Sin conocer mucho de arte, pero con un poco de criterio , opino que la genialidad de su obra está en la mezcla agresiva de colores fuertes y en la capacidad de hacer entender al respetable publico corriente como yo, que con unos pocos brochazos bien puestos se pueden plasmar especies , géneros , violencia  y hasta mensajes políticos  .

En fin, llámelo Expresionismo, Surrealismo Abstracto o como quieran los eruditos, el estilo de este genial artista es único y en cada obra se distingue su sello de autenticidad. 

Hoy en Colombia es fácil encontrar sus obras a la venta, lo que no es tan fácil es tener el dinero para pagarlas. La ignorancia es atrevida!!! Dicen todos, más por burla que por sabiduría. A mí me toco aprenderme el refrán al pie de la letra y sin vaselina…!!!, Menos mal Obregón no me conoció porque me hubiera dado un conazo directo a la nariz. 

Una vez me presentaron un Galerista Bogotano, de mediano calibre pero honrado y muy educado, me cayó bien y como era diciembre, decidí darme un regalo y le compre algo que me gusto; como siempre, a plazos…, por si no sale bueno. Pero funciono y la pieza resulto ser formidable y en buen precio, casi como quien dice una Chisga. Nos volvimos amigos de negocios,  me llamaba y me invitaba cada vez  que tenía algo que podía interesarme,  hicimos varias transacciones, casi todas buenas para ambos. Una tarde me dijo que pasara a la galería  por un Obregón que alguien quería vender, cuando llegue, solo tenía una foto, me moleste por un segundo, pero el cuadro parecía ser bueno, también me mostro en el celular una imagen del certificado de autenticidad aparentemente firmado por su hijo Rodrigo. El tema es que la obra era de alguien que vivía fuera del país, precisamente cerca de la ciudad donde vive mi familia.  Ahí termino mi molestia, decidí viajar a ver la obra y conocer los dueños. Lo hice la semana siguiente, llegue a un apartamento en un piso 54, en una pared alta estaba el Cóndor de la foto pero había otras 5 o 6 obras casi mejores que el motivo de mi viaje. Charlamos por un rato del origen de la obra, de gente en común, hablamos del precio, del clima, de mis hijos, de todo menos de mi amigo galerista y de su comisión.  El precio era bueno y como ya aprendí a que no se me note el interés, pero el dueño si quería venderlo, la charla se prolongó más de lo pensado. Después de 4 o 5 cafés y un Biscotti, ya no teníamos mucho de qué hablar. Entonces paso lo que no debía pasar, me pare frente al cuadro y aun no sé por qué? hice algo prohibido a una obra de arte, le puse mi dedo índice de arriba abajo y delante de todos!!!. No sé quién quedo más sorprendido, si el dueño,  por tocarle su cuadro o yo por que no estaba hecho sobre lienzo sino sobre madera.

Después de una buena cantidad de años tratando de aprender de arte, no tenía claro la jugada a seguir. Otra vez Obregón me hacía sufrir. Me puse más rojo que el fondo de la pintura y me disculpe, pero contraatacando les dije que me sentía sutilmente engañado por que no estábamos negociando un Lienzo. Es ahí donde el  maestro Obregón me daría el primer lapo  y bien merecido por hablar brutalidades!!!. En los siguientes minutos me despedí. Salí casi corriendo y no cerramos ningún negocio, pero quedamos de hablar después de un viaje de trabajo que yo tenía a New York.

Esa noche leí algo de acrílicos sobre madera y al otro día llame a un conocido que lleva obras a Art Basel para preguntarle. Con todo, me vine a enterar que Alejandro Obregón decidió y por buena razón, usar madera como base para algunas obras  ya que en Cartagena, donde vivía, los lienzos guardados se le deterioraban. “Óleo sobre lienzo” y “acrílico sobre madera”, son técnicas muy diferentes y de complejidad diametralmente opuesta, ninguna de las dos es menos difícil y el resultado es directamente proporcional al autor, ósea que un Obregón sobre “tela” o sobre “un palo” son igualmente buenos. Lo que sí es verdad es que las obras sobre madera tienen menor valor comercial, porque duran menos tiempo que los “Oleos on Canvas”, lo mismo que sucede con los dibujos a lápiz o  carbón sobre papel. Esa es una de las 10 explicaciones académicas que me han ensenado. La ignorancia es atrevida!  frase muy acertada, que me hubiera gritado el maestro, señalándome con el índice, si me hubiera oído diciendo ese sacrilegio y más poniéndole la mano encima a una pintura de casi 50 años de edad.  

Si se piensa ser propietario de un Obregón, El Primer ejercicio es pensar en Dólares,  El Segundo es medir en centímetros el formato de la obra  (opino que más de un metro de lado es buen tamaño),  y El Tercero que la edad de la obra no sea mayor que la de mi cédula.   Así las cosas  , quien este decidido a ver todos los días en una de sus paredes un buen Obregón Original , debe tener en el banco más o menos lo que vale un apartamento promedio, bien situado y un amigo corredor de seguros.  

Si se cumple ese check list y se decide colgar la obra de arte en una pared colombiana, de pronto tenga de vecinos un cuadro de Wiedemann, un Botero, unos Guayasamines, un Villegas temprano (por ahí del 60 o antes), un magnifico Luís Caballero, un Rayo de verdad, algo de Rafael Gómez Barros (para mí, el mejor de los jóvenes, además de ser mi amigo)  y de pronto una escultura pieza única de Negret de los 80s (no valen los múltiples antiguados y recién firmados que venden en el Andino o en las ferias Gourmet del parque el Virrey) , de pronto también una pieza de Jim Amaral o de su esposa.

Una vez colgado en su sitio, el único que descansa es el cuadro.  La siguiente visita importante debe ser del Corredor de seguros y después a elevar plegarias, prender veladoras y todo lo que la Fe nos sugiera, para que el hijo de ojitos azules, de 3 años o la bebe de no decidan hacer retoques con un sharpey en la parte de abajo de las obras o que a la señora Verónica el sábado de aseo general, no se le ocurra que están muy viejos y los limpie con un poquito de lustra muebles.

Aunque la primera obra de esta historia, no es la única obra  del maestro Obregón que hemos adquirido, si es una de las Piezas de arte que más nos ha trasnochado. Hoy varios años después del negocio, mi amigo no me habla. Mi esposa nunca supo que colgar el Obregón en el apartamento nos costó como otra hipoteca. Los dueños de ambas Galerías si me siguen saludando. El empresario ahora es casi amigo mío. Mi conductor se tomó  fotos con el cuadro y las subió a Facebook, después de renunciar. Mi abogado sigue envidioso, No me han hecho cargos Federales y un montón de secretos más que solo yo guardo en mi memoria, me hacen sonreír y ser feliz cuando ocasionalmente veo la pintura. Don Alejando Obregón nunca se imaginó que lo que sus pinceladas harían sufrir y hacer feliz a un cristiano como yo. 

Al final del día, lo que nos acompañó de pasó por la vida, nos dejó experiencia y secretos que me guardo para mí mismo. Cuando pienso en ellos se me sale una sonrisa, que solo podrá borrar el Alzheimer. Pero mientras llega, cualquier noche de paso por Colombia, me siento frente a este activo, pongo algún CD viejo como Jade o Chuck Mangione, a volumen intermedio, con un buen Whisky puro , lo miro como el día que lo lleve y me digo a mi mismo… *está muy Bacano*.

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